domingo, 2 de septiembre de 2007

La vida es sueño, sueño es la vida


Esta coproducción germano norteamericana pasa por ser uno de los títulos de cine infantil o familiar más carismáticos de los ochenta, muestra de ese pasado pseudo-mítico de títulos ochenteros que algunos mamamos, fascinados, de las estanterías de los videoclubs a través de títulos como Regreso al futuro, Gremlins o incluso las de Terence Hill y Bud Spencer. Lejos de estos títulos, la revisión de La Historia Interminable ni la hace daño ni perturba su recuerdo infantil: nos encontramos ante un film pasable en términos generales, excelente durante su primera mitad -la que describe a Bastian en el mundo ¿real?-y algo más errático en sus pasajes fantásticos centrales, pero que se recupera en su climax al presentarnos una evacadora e inofensiva reflexión sobre el verdadero significado de su título...convirtiendo a ese niño huerfano de madre en un personaje más de la ficción, que otros estamos viendo quizá producto de la ficción de otros...y así interminablemente...para en todo caso exaltar la imaginación y el triunfo de la infancia entendida como lugar básico donde la inocencia de un niño puede salver civilizaciones enteras. Excelente el momento en el que Bastian/Atreyu se ven a través de un espejo que separa ambos mundos...antes de que los Wachowsky se atrevieran a citar a Lewis Carroll, sólo que esta vez en un andamiaje narrativo mucho más pretencioso.

Además, no se nos obvia una bonita premisa sobre el lugar de la fantasía en el orden de la realidad, entendida aquí como algo que se acaba imponiendo, pero a lo que podemos resistirnos...tan infantil digo yo que no es ¿o sí?.

De paso, su director, el infravalorado Wolgang Petersen, nos obsequia con una nueva muestra de su sabiduría cinematográfica post Das Boot y Pre Air Force One, en un paso intermedio a su necesario salto al actioner hollywodiense. Su puesta en escena, tan sobria, clásica, medida y perfecta como siempre, consigue acojonar muchas veces pese a la carencia de un Jim Henson que solucionase esos graves problemas de artritis en las criaturas peludas que pueblan el film.