lunes, 28 de mayo de 2007

Viva el documental

Tras la relativa decepción llevada con Spiderman 3 -Raimi, te sigo queriendo y te querré siempre, pero vete de vacaciones, tío- y la que seguro que me voy a llevar con los piratas estos que tanto gustan a todo el mundo, no puedo más que recomendar, a modo de desintoxicación, dos documentales totalmente diferentes pero totalmente recomendables y complementarios. Se trata de Capturing the Friedmans, de Andrew Jarecki, e Inside Deep Throat, de Fenton Bailey y Randy Barbato. El primero trata de la inmensa polvareda causada por la detención de un padre y un hijo acusados de un caso masivo de pederastria -y de las consecuencias demoledoras, extremas, en su núcleo familiar-, y el segundo acerca de los movimientos sociales causados por el estreno masivo de la película porno Garganta Profunda allá por los revolucionados 70.
La cruzada judicial que despertó estuvo amparada en una supuesta justificación moralista emprendida por el corrupto Nixon para servir de contrapartida -a una tambíen presunta- revolución sexual que al final nunca se produjo. Al final lo que quedan, como siempre, son los millones: sobre un presupuesto de unos pocos miles de dólares el film amasó 600 millones de la verde moneda, que sirvieron además para financiar a la mafia -aspecto éste que las investigaciones obviaron mucho más que el hecho de que fuera un film pornográfico de consumo masivo-.
La censura social, la hipocresía de una sociedad embarcada en cruzadas morales para justificar su propia corrupción -no precisamente sexual-, y sobre todo la inmensa y fascinante complejidad de los hechos tanto en uno como en otro, quedan patentes en dos narraciones cinematográficas apoyadas en excelentes elecciones musicales -obra de Andrea Morricone en Friedmans y en una selección de temas de época, en el caso del segundo-. Capturing the Friedmanns se trata, en particular, de probablemente la única obra maestra indiscutible que la garrapata se ha echado a las antenas últimamente: magistral, conmovedor, ambiguo, responsable, apasionante...son calificativos que se le quedan pequeños. La corrupción de un sistema destruyó una familia -¿culpable? ¿en qué medida?- quedando retratado en los videos de super 8 que los propios hijos grababan antes, durante y después del proceso. Una compra, y digo compra, necesaria, sino la garrapata irá a casa y os castigará.
Lo dicho, una desintoxicación necesaria.