El osito de la discordia
Tras obtener el indulto de las autoridades, Knut debe
enfrentarse a las amenazas de muerte de un desconocido.
Cuando el periódico alemán Bild recibió la nota escrita a mano en el que se amenazaba de muerte al osezno, las alarmas del zoo de Berlín se dispararon. Knut, se vió rodeado de polémicas desde su nacimiento: tras ser abandonado por su madre, diversas organizaciones ecologistas pidieron su muerte por las consecuencias que podría tener para el osezno vivir alejado del contacto materno y al amparo de un cuidador que lo alimente. Todo ello antes de ser amenazado de muerte en un fax enviado al periódico alemán Bild. "El zoo debe matar a ese osezno. 'Knut' sufrirá problemas de comportamiento durante el resto de su vida (...) Si una madre osa polar rechaza a su hijo, entonces creo que el zoo debería seguir los instintos de la naturaleza" clamaba Frank Albrecht, especialista alemán.
En efecto, la nota de amenaza que llegó a la redacción del periódico daba una fecha concreta, el jueves por la tarde, que afortunadamente no se ha cumplido. "¡Amenaza de muerte, protección policial para Knut!" bramaban los titulares de Bild. La opinión pública, encariñada con el osezno blanco, estuvo pendiente de la cuenta atrás hasta el jueves por la tarde, momento que la nota -escrita a mano- marcaba como límite para acabar con la vida del osito.
El zoológico, sin dar demasiado crédito a la misma -al igual que la policía-, no obstante aumentó la seguridad habitual y elevó a 15 los vigilantes del osezno blanco. Knut jugaba ajeno a todo con su cuidador, Thomas Doerflein, que le alimenta día y noche, en el momento en el que la amenaza debería haberse materializado.
Berlín tiene un nuevo héroe, y al igual que Madrid, ha tomado a un oso como mascota de la ciudad.