lunes, 21 de mayo de 2007

THE OFFICE

Una recomendación para empezar la semana: la versión norteamericana de The office es una de las mejores series cómicas de la actualidad. Adaptada por uno de los creadores de los Simpson -un muñeco de Homer pulula por la oficina constantemente- y por el propio creador dela serie original para la BBC, Ricky Gervais, The office narra la surrealista vida en una oficina de una empresa papelera en un pequeño pueblo. Real como la vida misma, y surrealista como ella, The office no pierde mala baba pese a mostrar el candor en unos personajes a los que ridiculiza y respeta al mismo tiempo (en esto recuerda al tono de las primeras temporadas de Los Simpson, perdiendo, según dicen, la ironía fina de su versión inglesa). Preñada de referencias a la cultura audiovisual americana -que tanto le gustan a la garrapata, sino mirad el título del blog, insensatos- en su mayoría televisivas, destaca en ella un elenco de cuatro actores notables. Steve Carell, reciente Globo de Oro gracias a su papel de Michael Scott, es el jefe de la oficina, un pobre payaso cuya única meta en la vida es hacerse amigo de sus empleados en vez de hacer su trabajo. Carell debería ser considerado desde ya no uno de los mejores actores cómicos norteamericanos, sino uno de los mejores actores a secas, del panorama actual. Su Michael Scott es tan estupido, mezquino y patético como inseguro y entrañable, el payaso moderno hecho carne en jefe de una oficina.
La (bellísima) Jenna Fischer y Paul Krasinsky mantienen una relación de amistad con esa tensión sexual no resuelta que tanto gusta en las series, y el descubrimiento, Rainn Wilson, como Dwight, el vicedirector de la oficina, a la que considera un campo de batalla. Las tramas tratan asuntos habituales en el trabajo cotidiano de una oficina y logran casi siempre sacar punta a los mismos, conbinándolos cada vez más con las relaciones que los personajes logran entre sí.
The office tiene su primera y segunda temporada disponibles en dvd en España por parte de Universal, y es una compra totalmente recomendable, aunque cabe señalar que no respeta el encuadre original de 1:78:1 y lo presenta en 1:33:1, perdiendo gran parte de la riqueza visual de la serie, rodada en formato de falso documental (en lo que es una de sus grandes virtudes: los personajes hablan a cámara directamente, revelando sus verdaderos sentimientos e inquietudes, que contrastan con los que realmente manifiestan).